lunes, 20 de noviembre de 2017

Carolina Rodríguez Suárez, la patriota villaclareña.

Por: Hedy Águila Zamora
Cuenta Villa Clara entre la pléyade de patriotas con una mujer que merece no ser olvidada, es por ello que en su 192 aniversario no sólo los villaclareños, sino todos los cubanos estamos prestos a recordarla con el homenaje sencillo y sincero como lo fue ella.
Nació Carolina María Rodríguez Suárez en Santa Clara el 20 de noviembre de 1825, hija del matrimonio de Don Félix Valois y Ana Francisca Suárez y creció en aquel ambiente colonial de injusticias y sinsabores que sufrían los cubanos, ese ambiente moldeó su espíritu, convirtiéndola en una luchadora incansable. Se unió en matrimonio a Manuel Casero de quien enviudó, años más tarde.

La labor de Carolina Rodríguez como agente secreta fue muy significativa para lo que mantuvo vínculos con Carlos Roloff. En el período de entreguerras cuando corría peligro su vida por sus acciones contra España, viajó a Estados Unidos, allí durante su estancia se vinculó a grupos de exiliados y laboró en una tabaquería donde recibía un modesto salario y vivía precariamente para donar el dinero que ganaba a la causa cubana que en aquellos años previos al estallido de la Guerra del 95 cuando José Martí realizaba la labor de aglutinamiento de fuerzas y recursos para la guerra.

Martí conoció a Carolina Rodríguez en esos avatares y quedó impresionado con la tenacidad y convicciones patrióticas de esta mujer, gracias a estos vínculos que se crearon entre ambos, hoy contamos con una información que sólo Martí nos legó en su grandiosa obra. Por la correspondencia establecida entre ellos y los artículos publicados en el periódico Patria, podemos conocer este período de la vida de la patriota Carolina

Martí dignificó la imagen de Carolina con su verbo preciso y con la justeza de las palabras adecuadas para valorar su actitud. Aún cuando Carolina por su patriotismo sin límites, no podía ser olvidada, hay que reconocer que Martí contribuyó a su inmortalidad, distinguiéndola como "El alma de Cuba"

Por el artículo publicado en Patria se ha podido obtener la imagen de la habitación modesta y muy pulcra, adornada con un vaso de flores como un símbolo de su sensibilidad femenina que la dureza de la guerra no le hizo perder, también cuenta Martí como Carolina salía muy de mañanita arrebujada en su manta de lana negra para ocupar su silla en la tabaquería donde despalillaba tabaco y con  el modesto jornal que con sus manos de setenta años podía ganarse se ocupaba de distribuirlo entre los cubanos enfermos en el exilio, los clubes que recaudaban fondos para la guerra y apenas si quedaba para su sustento. Esta ejemplaridad de Carolina en su modo de vida en el exilio a favor de la causa cubana, también se expresaba en la creación de clubes revolucionarios y en apoyo a cuantas actividades se realizaran con estos fines.
En 1894 en Ybor City estaba Carolina muy enferma de la vista, falta de recursos para atender al despalillo de tabaco con que se sostenía, el día 10 de octubre de dicho año se efectuaba en West Tampa una gran fiesta patriótica en conmemoración del Grito de Yara, los tabaqueros cubanos que trabajaban en los talleres de aquella naciente población habían cedido el producto de ese día de trabajo para fondos de la revolución y a cuya fiesta asistió Carolina, entre otras cosas allí se pidió una contribución para ayudar al costo de una operación que tenía que hacerse en la vista y después que aquella enorme concurrencia hizo sus aportes, Carolina alzó su brazo para decir que, "en virtud de que los trabajadores habían contribuido con el día de trabajo para armas y municiones con que libertar la Patria y como ella no podía contribuir de igual manera aunque cegada para siempre cedía la cantidad allí recolectada para su curación, a la adquisición de dichas armas y municiones con que libertar la Patria de todos los cubanos” , Carolina  fue bajada de la tribuna en brazos de los que estaba cercanos de ella, entre aplausos y vivas a Cuba Libre por aquel acto de desprendimiento tan noble y tan patriótico.

Al finalizar la guerra y con los cambios de poder del gobierno en Cuba, ocurridos el 1ero de enero de 1899, los cubanos a partir de esa fecha pudieron regresar a Cuba, llegó Carolina enferma, casi ciega. En su ciudad natal ocupó una habitación en una casa de la calle el Carmen, en Santa Clara, donde murió el 2 de junio de ese año. No recibió homenajes, ni fue reconocida por sus méritos patrióticos. Pasó mucho tiempo, ya en 1939, por acuerdo adoptado por el Ayuntamiento y el centro de Veteranos y Patriotas de Santa Clara, con fecha 4 de octubre de ese año, decidieron rendirle homenaje y exhumaron sus restos para colocarlos en el panteón de los veteranos, para lo cual realizaron esquelas mortuorias de invitación al pueblo de Santa Clara para rendirle homenaje en capilla ardiente la noche de 26 de enero de 1940 en la sede del Centro de Veteranos en Calle Cuba  y Carretera Central para su traslado al cementerio de la ciudad donde se colocaron en el panteón de veteranos  (Ver anexo ) donde reposan actualmente.

Otro reconocimiento fue el de llamar el callejón de El Carmen, por disposición del Ayuntamiento del 10 de junio de 1899 con su nombre, atendiendo a que en ese lugar pasó los últimos días de su vida, es el que ostenta actualmente. Ya más recientemente se colocó una tarja que fue develada el 31 de mayo de 2013 en la fachada de la que fue su última morada. ( callejón de Carolina Rodríguez, entre Julio Jover y Berenguer en Santa Clara).

La Sociedad Cultural José Martí de ViIla Clara, creó un club de jubilados en Santa Clara que lleva su nombre y honran a Carolina Rodríguez con su trabajo por la divulgación y el conocimiento de la obra martiana y la vida de esta ejemplar mujer.

Bibliografía
-Carolina Rodríguez Colección Garófalo  en Fondo Personal García Garófalo  Leg 4 Folio 205 Archivo Histórico Provincial de Villa Clara.
-Florit, Antonio y Narciso Fernández.  El segundo entierro de Carolina Rodríguez, la Patriota El Santaclareño, junio 2011 p2
-Fernández Ramírez, Narciso.  Martí y sus cartas a Carolina Rodríguez. Vanguardia, 31 enero 2009 p 3
-Martí, José. Roloff en Tampa. Obras Completas. Tomo 2 p 28 Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1963
........................Periódico Patria marzo 24 de 1893 en Obras Completas Tomo 5 p 417 Editorial Nacional de Cuba Habana, 1963
 ........................El alma cubana Periódico Patria 30 de abril de 1892 Obras Completas Tomo 5 p 15 Editorial Nacional de Cuba La Habana 1963.
..........................Fernandina 19 de febrero 1893 Obras completas Tomo 20 p 421.
-    Partida de bautismo








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